El fotógrafo Gabriel Guerra Bianchini es uno de los primeros artistas cubanos en experimentar con NFT (Non Fungible Tokens) en el criptomundo.
A pesar de que ahora vive en La Habana, luego de pasar varios años en Europa, logró obtener la ayuda de personas de fuera del país para publicar su primera pieza en OpenSea.io, una plataforma para comercializar esta nueva forma de arte digital. No podía hacerlo solo debido a las limitaciones del embargo de Estados Unidos, pero un completo desconocido pagó sus honorarios para publicar su pieza Hotel Havana.
“Cuando decidí lanzar mi primer NFT tenía claro qué pieza sería. Iba a ser el “Hotel Habana”. Es un trabajo que me llevó un año hacer, fue muy duro. Publiqué la pieza como NFT siendo fiel a cómo ya la había comercializado físicamente, hasta el punto de que el comprador no solo está comprando el token, el archivo digital, (si conoces el NFT sabrás cómo funciona), sino que también le estoy dando la pieza impresa para que tenga sentido para mí, no sé si tanto para el comprador como para mí (es importante) que pueda colgar su obra como yo lo he hecho con otros coleccionistas ”, dice Bianchini a Cuban Gallery.
¿Cómo hiciste esta obra de arte?
Es una obra que consiste en algo muy sencillo. En mi cabeza yo vi un edificio surrealista, creado como una especie de collage. Entonces lo que hice fue durante varios meses fotografiar terrazas y balcones de La Habana con esa arquitectura atropellada y tan surrealista que existe aquí, y no montarlo como un collage, una foto al lado de la otra en Photoshop, sino sencillamente me metí en algo más difícil que es empezar a soldarlo desde la miniatura, desde el zoom, el tubo que va por aquí que da continuidad en este lado y así soldar todas esas fotos para crear un edificio surrealista, un edificio que tiene una resolución impresionante; como cada balcón es una foto, te puedes imaginar, sob creo que son 52 archivos RAW para poder crear esta pieza. Esta pieza la imprimes en un formato gigante porque la resolución lo permite y es impresionante descubrir cada detalle de cada balcón de esta locura arquitectónica que existe en Cuba. Es un modo pintoresco de decir: esto es nuestra arquitectura realmente, esto es lo que va a recibir el turista cuando venga, no solamente la parte bonita, esto también es la realidad nuestra.
Esa obra, de nuevo, tiene un valor sentimental muy fuerte, por lo que me costó a nivel emocional terminarla. Tuvo una aceptación en internet impresionante, en las redes caminó muy rápido, se vendieron dos ediciones también y pues llevarla a NFT para mí le da un valor agregado. Las personas que la compren no solamente va a recibir el archivo en alta resolución de 200x200cm, que es un archivo inmenso que lo pueden llevar luego a lo que ellos quieran y ellos crear con esa obra mía otra cosa que ellos deseen creer, y no solo eso, van a recibir la obra para colgarla en su casa. Creo que lo que lo hace especial es esto mismo: el sabor cubano, el que el arte cubano esté llegando a este mundo, en el que probablemente hay muchos coleccionistas, incluso puede haber muchísimos coleccionistas que adoren el arte cubano y hoy día lo estén buscando en los NFTs y encontrando poco, porque hay poco todavía. Entonces ese es el valor que tiene para mí el estar llegando tan rápido al mercado del NFT.
¿Cómo lograste publicar y vender tu primera obra como token intangible (NFT)?
Presentar el primer NFT fue una tarea "titanesca" desde Cuba, un trabajo que no sabría cómo explicarlo, porque bien, entiendes cómo funciona el mercado pero ahora a eso tienes que sumarle las limitaciones de un artista cubano viviendo en Cuba: el internet, los precios del internet y lo principal, el Embargo. El Embargo que es real en el momento en que tú necesitas acceder a una página donde se comercializan los NFTs y no puedes porque necesitas un VPN. Descargas el VPN y algunas de las páginas ni con VPN te abren. Aun así logré dar con la que era, con el VPN, y luego viene la segunda etapa más complicada. Para publicar un NFT primero tienes que pagar un impuesto, a veces no tan pequeño. Este impuesto se paga en Ethereum, en criptomoneda, yo nunca en mi vida había tenido criptomoneda ni sabía lo que era, salvo por el bitcoin y lo que había escuchado.
Entonces me estudié ese tema también, busqué la manera de comprarlo y no la encontré. Increíblemente, como es la vida, la gente y la energía humana, en una de estas conversaciones sobre NFT comenté mi experiencia de lo que había logrado hacer hasta ahora, para que me dijeran si lo estaba haciendo bien y los problemas con los que me había topado, que no podía comprar el Ethereum para pagar el GAS, que es el impuesto, y ahí salió una persona caritativa, increíble, un muchacho de 23 años. Sencillamente me llamó por Instagram y me dijo: “ Enciende tu computadora desde Nueva York que yo te voy a pagar tu GAS, tu Ethereum”.
La pieza salió a subasta durante una semana. Es curioso como él me comentó algo muy lindo, porque yo le insistí en buscar la manera de devolverle el dinero cuando eso se cobrara, y él me dijo que no rotundamente, me dijo algo muy sencillo: “Continúa la cadena de favores. Haz este favor para alguien más”. Eso tengo que decirlo así suavecito para que se entienda lo emocionante que es que haya personas así en el mundo y lo que me instaló dentro, y fue que en el momento que publiqué el NFT, que lo comuniqué en mi Facebook, al momento dije que en cuanto cobre esa obra yo voy a coger parte de esos Ethereum para pagarle el GAS a otros artistas cubanos para que puedan presentarse también y no tengan que pasar por lo que yo pasé, y para facilitarles el camino como me lo facilitaron a mí y continuar esa cadena de favores.
¿Cómo crees que el criptoarte puede ayudar a los artistas cubanos?
Al momento entendí que eso es muy importante para los cubanos. Estamos hablando de comercializar las obras online, de una manera totalmente democratizada, sin dependencia de ninguna galería, de ningún curador, en teoría. Lógicamente hay que tener buen gusto, buen arte, como en todo, pero me di cuenta que es un lugar con una potencia tremenda. Y lógicamente me metí a estudiarlo todo lo que pude, primero para poder publicar yo mi primera obra como NFT y luego para compartir esa información, porque todas esas preguntas que yo me hice se la están haciendo veinte mil muchachos en este país ahora mismo y porqué no, si incursionas en ello, como dicen en Cuba, pasar todas las mieles, el extracto de toda esa información tenerlo y pasarlo a los demás para que empiecen a hacer uso de esa aplicación y de esa amanera de comercializar la obra como lo estoy haciendo yo ahora mismo.
EL NFT para Cuba va a ser lo que está siendo para el mundo entero. Va a ser algo muy importante para los artistas. De nuevo, vivimos en un país que es una isla, además bloqueado, con diez mil dificultades, estamos en pandemia, que no se nos olvide y, todas esas limitaciones han limitado a muchísimos artistas que ya incluso comercializaban sus obras pero que no pueden viajar, no hay galerías no hay exposiciones; y otros que no han llegado ni siquiera a tener esa oportunidad de tener galerías o exposiciones. Bueno, esto democratiza todo eso: tú sencillamente te creas una cuenta, subes la obra que consideras y la pones en venta. Así de sencillo.
Partiendo de esa base es una canal espectacular para los artistas cubanos que puedan monetizar sus creaciones, pero sobre todo para los artistas digitales cubanos, el mundo digital es amplísimo, hasta la música. Entonces es una herramienta fabulosa. Por supuesto, en todo hay buen arte, mal arte. Luego he recibido conversaciones sobre algunos curadores que no están tan de acuerdo. Obvio, es algo nuevo que está llegando y posándose. Cuando se pose, ahí llegarán las normativas, las maneras en que todo eso caminará. Pero la realidad es que es fabuloso.
¿Cómo puede cambiar tu vida como creador al vender criptoarte?
Los NFT tienen grandes ventajas. Las voy a mencionar muy rápido. La principal es que cuando estás comprando un token, un arte digital, ¿qué es lo que estás comprando en realidad? Estás comprando el certificado de autenticidad y ese certificado de autenticidad creado a través de los token, a través del NFT, es el más increíble que ha existido en la historia del arte: es un certificado de autenticidad descentralizado, que está replicado en miles de usuarios, que es inquebrable, que no hay manera de falsificarlo, no hay manera de destruirlo y no hay manera de borrar su trazo. Es decir, cada vez que subes una obra va a quedar por siempre y para siempre el trazo del artista que lo subió, la persona que lo compró, donde se compró…toda la trayectoria.
Lo segundo interesantísimo, que es algo surrealista, imposible de pensar en el mundo real del arte como se ha estado moviendo hasta ahora, es que cuando tú comercializas tu obra, tú tienes la opción de pedir incluir en el contrato de comercialización de la misma, a través del NFT, que haya un 10 % o un 5 %, lo que tú decidas, que regrese a ti siempre, en cada venta que se realice de esa obra.
Para ponerlo de una manera más práctica: yo vendo mi obra hoy por tal precio, lo adquirió un coleccionista, ese coleccionista decide ponerlo en venta mañana por las cuestiones que sean y recibe una oferta mucho más alta. Bueno yo voy a volver a recibir el 10% de esa oferta que recibió ese coleccionista. Es surrealista cuando lo piensa, en qué galería se ha podido hacer eso; no se puede. Esas son de las grandes ventajas que tiene, la imaginación es el límite. ¿Qué cosa se puede vender en un mundo digital? Todo. Todo se puede digitalizar.